27 noviembre 2021

Mono Izarrualde en Tafí Viejo, a flor de piel

Todos los monos, El Mono, ese que canta, el de la flauta traversa extensión de su cuerpo, el que abre su boca inmensa y ríe como si fuera a tragarse la vida después de cada tema. Ese, Rubén Izarrualde, de ese "Mono" hablo. El mismo que fue atravesado por un dolor en su cuerpo hace unos meses, que se sobrepuso y renació como el "Mono Fénix" y otra vez anda de escenario en escenario cumpliendo a rajatabla el legado heredado de los pueblos originarios, pues el mono para ellos era el dios de la fertilidad. Y así llegó un día a Tafí Viejo, para fertilizarnos el espíritu con sus monerías en forma de notas musicales.

A las 22.30, de este sábado 23 de noviembre, ingresó al escenario de la Casa de Cultura (del Bicentenario) el músico Kike Yance. Antes de una simple y profunda presentación, recordó que su primer cruce con el protagonista de la noche fue a principios del regreso de la democracia, en un recital de Piero con Prema en Tucumán. "Me dio vueltas la cabeza escucharlo, después la vida nos volvió a unir". Y ahí nomás, invitó al Mono. Aplausos.

Con Yance en teclados, eligió un tema de Astor Piazzolla para arrancar. Cuanta tranquila y placentera belleza. Siguió con "Zamba del laurel", de Leguizamón y Castilla, suspiramos y todos cantamos para adentro "Si lo verde tuviera otro nombre, debería llamarse rocío / si pudiera volver, desde el agua al laurel / volvería a la infancia del río...". Qué lo parió. Mazazo de norteñidad al palo.

En nada, invitó a los músicos Eduardo Issa Osman, percusión y batería, y Francisco Santamarina, guitarra. Y así le entró a "Zamba del Tomero", del taficeño Osvaldo Costello. Y de nuevo, entre todos y para adentro "A don Delfín Chavarría, que repecha monte adentro / como una arena verdosa, se le desmorona el sueño / y él ni cuenta se está dando, que ya lo ha tragado el cerro...". Una caricia al alma, un mimo tras tanto dolor y desasosiego a los que nos arrojó la pandemia. 

Flauta tuba, flauta saxo, flauta trombón. Esto y más es lo que provoca el Mono con su traversa, porque es eso, un provocador desde que dio sus primeros acordes con la música cuando arrancó con el tango, en los años 60. Cuesta comprender con racionalidad (que conviene dejar de lado por un rato) cómo es posible que ese cuerpo sea capaz de generar tantos sonidos con un instrumento y estirar las melodías como si tuviera tres pulmones. 

El Mono calla, intenta explicarnos con su grave voz qué vendrá ahora pero se quiebra y le cede a Quique la palabra. Y nos cuenta que escucharemos una canción de Gerardo Núñez (creador junto a su hermano Pepe de la popular Chacarera del 55) que integra un disco instrumental con  músicos invitados que saldrá pronto. Ese disco nació de un sueño de Núñez al que ayudó a concretar. Mientras elegían los temas, ambos coincidieron en que Izarrualde debía estar pero temía el poeta que no le interesara. No se conocían. Viajaron a Buenos Aires, se produjo el encuentro, que siguió en bares, largas charlas hasta el amanecer y la grabación posterior.

Así llegamos a "Tristeza", también de Gerardo, y de nuevo el ritual interno mientras la flauta recorría los versos "No me reclame niño si lo abandono / le peleo a la vida por usted tesoro / no me reclame niño si me demoro. / ¡Ay, qué camino tan desparejo / la angustia cerca y mi niño lejos! / Hay, qué camino tan desparejo / la angustia cerca y mi niño lejos!...". Un final con dos segundos de silencio y explosión de aplausos, con algunos de pie. Entre los que asistimos al encuentro había varios de la ciudad de Monteros, cuna de la estirpe musical de los Sosa, sí, de la gran Mercedes, Claudio y Coqui. El recital tendió un puente de pentagramas entre ambos pueblos durante la noche. 

Entraron al escenario entonces la cantante Mariela Narchi, el bajista Marcos Rodríguez Corvalán y escuchamos "Vidala para mi sombra", del compositor salteño Julio Espinoza. Una versión exquisita que llegó hasta los huesos, con una cantante que atraviesa por oficio y madurez, quizás uno de sus mejores momentos. Flauta y voz, qué juntada. "A veces sigo a mi sombra / a veces viene detrás / pobrecita si me muero / con quién va andar..."

Después, el Mono dio un volantazo y volvió a sus raíces. Dejó la flauta y cantó el tangazo "Gricel", de Mores y Contursi. Puro silencio para disfrutar de su grave y profunda voz. "No debí pensar jamás / en lograr tu corazón / y sin embargo te busqué / hasta que un día te encontré / y con mis besos te aturdí / sin importarme que eras buena... / Tu ilusión fue de cristal, se rompió cuando partí / pues nunca, nunca más volví… / ¡Qué amarga fue tu pena!...".

Mono con Lito Vitale y Lucho González, Mono con Chango Farías Gómez; Mono con Peteco Carabajal, Jacinto Piedra y Verónica Condomí; Mono con Piazzolla, Mono con muchos más. Todo eso habíamos disfrutado a esa altura del encuentro; al fin y al cabo el recital se llamaba "Mono & Quique. Reencuentro 2". Rubén transformó el espacio en una sala de ensayo general, por el gusto de la cercanía. Tanta, que después de cada tema el cierre era festejado como un gol y a veces, en algunas canciones, se daba vueltas, abría sus brazos y se transformaba en director de orquesta. Cuando alguno de los músicos hacía un pase mágico, lo miraba, se acercaba, abría su boca y reía a puro dientes. A esa altura ya se había sumado en guitarra eléctrica el monterizo Raúl Villagra

Llegaron entonces las interpretaciones de un tema de Libertango, de Piazzolla; el vals peruano Amarraditos; la zamba "Milagrero de mis sueños", de Quique y Narchi; la cueca "El cumpita", de Gerardo Núñez; la inmensa y potente "Chacarera de un triste"; y para cerrar otra chacarera, de 1959, las tradicionalísima "Del 55", de los hermanos Núñez. En algunos momentos se sumaron los bailarines taficeños Lihuel Córdoba y Alejo Burgos que estuvieron geniales, en el punto justo, sin excesos. 

Insistimos con una canción más. Quique, entonces, anunció "Sólo se trata de vivir", de Lito Nebbia. La cantamos entre todos y fue fiesta. 00.20, hora de irse a casa, para algunos, porque un recital del Mono Izarrualde es mucho más que notas y pentagramas en orden para disfrutar con el oído y dan ganas de seguir. Es corporalidad que invita a gozar con los ojos, con las piernas, los brazos, las manos, el estómago, el pecho y sobre todo, con el corazón a flor de piel. Con 68 años recién cumplidos el Día de la Tradición, hay Mono para rato.


PD: gracias a Moñi López, por lo que él ya sabe; y al equipo de la Casa de Cultura, en sus cabezas visibles Carola Serrano y Franco Macchioni, por el esfuerzo para que todo saliera hermoso.




08 agosto 2021

Manzur, el médico peronista inescrutable que calla y construye

Inescrutable, impenetrable, dueño de sus silencios, de sonrisa fácil pero difícil saber lo que piensa, incluso de quienes están a su lado. Este es uno de los mayores capitales de Juan Manzur, gobernador de Tucumán, presidente del Partido Justicialista local, uno de los vice presidentes del PJ nacional, ex presidente de la Convención Constituyente de Tucumán, ex vicegobernador y ex ministro de Salud de la Nación.

El desafío público a su conducción del vice gobernador Osvaldo Jaldo se inscribe en la larga lista de números dos del PJ tucumano que decidieron jugarse el todo por el todo en la carrera de la sucesión. Hasta aquí todo normal pero esta vez se produjo dos años antes de las elecciones para renovar cargos ejecutivos y en un contexto de pandemia. Los manuales de usos y costumbres aconsejan no hacer olas innecesarias cuando la sociedad sufre, sentido común que fue desoído por el vice, confiado quizás en que le alcanzaría con alinear a su propia tropa y hacer uso 24x7 del presupuesto que administra.

Patria sí, colonia no; no pidan de Manzur definiciones de este tipo que lo ubicarían en un sector del peronismo afín a la reivindicación de las luchas de los 70, más no reniega de ella y recibió en su despacho a Estela de Carlotto. Juancito, como lo llaman quienes se autodefinen como amigos por eso de sacar pecho de cercanía, lleva la marca del peronismo matancero, en donde se formó de la mano de Alberto Balestrini y desde donde comenzó a tejer su red de amistades y contactos que lo llevaron hasta donde hoy está. 

Antes, escribió en libros sobre ciencia e investigación, dio conferencias internacionales, fue consultor de las Naciones Unidas, en la Organización Panamericana de la Salud, en la Organización Mundial de la Salud y se especializó en estrategias en contra de las Hepatitis A, sobre todo en niños, para controlar la enfermedad. Así regresó a Tucumán, luego de haberse recibido de médico a los 22 años en la UNT, para ejercer el cargo de Ministro de Salud. En poco tiempo logró que los hospitales públicos se convirtieran en referencia de excelencia y que el largo brazo de las políticas estatales de salud llegara a cada rincón de la provincia.

Mitad academia, mitad observación y siempre escuchando más que hablando, tomó clases rápidas de peronismo básico local. Su primer gran desafío fue pilotear la Convención Provincial Constituyente en 2006 que dejaría atrás la redactada años atrás por el bussismo. No se movió ni un milímetro de los planes. Así comenzó a hacerse conocido por el peronismo orgánico de entonces que tenía a José Alperovich como mandamás.

Más tarde nadie discutiría su elección para ocupar la fórmula como candidato a vice gobernador. En 2009 , en medio de una profunda crisis sanitaria por la pandemia de gripe es convocado por Cristina Fernández para hacerse cargo del Ministerio de Salud. Reunió a expertos, a científicos y en dos meses enderezó el rumbo y se controló la situación. Actuó igual con el dengue. Mientras, su despacho se convirtió en la Meca de numerosos peronistas, históricos y no tanto, que buscaban acercarse al ministro estrella del gabinete nacional de entonces.

El presidente Alberto Fernández recordó a poco de asumir que cuando estaba afuera del gabinete -renunció por la crisis de la resolución 125 y las protestas de un sector del campo- llamó a Manzur para que lo ayudara a resolver un problema personal. Se sorprendió cuando lo invitó a su despacho para charlar, a riesgo de que se hiciera público y le pasaran factura por eso. Problema resuelto y favor que no se olvida. Peronismo básico.

En 2015 fue ungido gobernador de Tucumán con el 52% de los votos. Siempre cultivando el silencio como su principal capital, no fueron pocos los que imaginaron que Alperovich seguiría mandando. Antes tuvo que superar importantes movilizaciones de la oposición y de un sector del poder judicial que pusieron en jaque las elecciones por denuncias sobre fraude que se nacionalizaron. Los grupos Clarín, Infobae y La Nación le dieron una amplísima cobertura y utilizaron ese hecho como mascarón de proa para alimentar desde otro lugar la campaña que llevaría a Mauricio Macri a la Casa Rosada. Las denuncias luego se cayeron por inconsistencias pero el daño ya estaba hecho.

Todo fue cuesta arriba para Manzur en esos años, su imagen había quedado maltratada. En un giro inesperado armó un gabinete que lo alejó de Alperovich; junto a Jaldo jubilaron con anticipación al empresario y comenzó a construir tropa propia. Lo logró. Gestionó y gestiona sin discursos grandilocuentes, la vara con la que sus funcionarios miden que forman parte de su círculo de confianza son los hechos. Si está todo bien, no lo dice, los y las acompaña y se encarga de que no les falte nada.        

En 2017 y 2018 habló de más. En entrevistas a La Gaceta y Clarín los reflejos le fallaron y sentenció: "Cristina es un ciclo concluido". Desde Santa Cruz tomaron nota.

El gobernador tucumano junto a José Luis Gioja fueron dos piezas claves en la reconstrucción del peronismo para volver a ocupar la Casa Rosada. La sede del Consejo Federal de Inversiones (CF) de la Capital Federal se convirtió en el epicentro de numerosas reuniones de gobernadores y dirigentes del peronismo. Con ese horizonte Manzur realizó el 17 de octubre de 2018 el acto más grande del PJ nacional. Estuvieron desde Miguel Angel Pichetto, hasta Sergio Massa, Graciela Camaño y Marco Lavagna. Por el sindicalismo, desde Héctor Daer y Carlos Acuña, hasta Luis Barrionuevo, Julio Piumato, Andrés Rodríguez y Víctor Santa María. Los gobernadores más cercanos a Cristina Fernández enviaron sólo a sus vice. Hasta aquí, todo bien con Jaldo, al menos en la superficie. 

Después, se sabe, Cristina ungió a Alberto y todo cambió. El peronismo ganó y otra vez Manzur la tuvo cuesta arriba pero ahora para acercarse a la ex presidenta. No le fue fácil. Mientras se dedicaba a esos menesteres y de a poco volvía a sentir el calor de la cercanía con el cristinismo duro, aparecieron las primeras señales de Jaldo desafiando su conducción en el peronismo tucumano. ¿Habrá visto algo? ¿Tuvieron un encuentro en el que se desconocieron? Vaya uno a saber, el tiempo lo dirá. Lo cierto es que el empresario de Trancas, con cargos en la política tucumana desde 1987, se vistió de opositor a la gestión de su compañero de fórmula que no podía ser reelecto.

Manzur arrancó su segundo mandato con piloto automático, como algunos dirigentes señalaban, temerosos que estuviera pensando más en ocupar un cargo en la Casa Rosada que en construir poder propio en Tucumán. Pero llegó la pandemia, un escenario en el que como experto en temas de salud se mueve con comodidad, buen piloto de tormentas. Y despertó. Con contactos habituales con el Presidente y con asistencia suficiente desde la Casa Rosada para hacer frente a la pandemia, el médico rompió su siesta y su espacio de revitalizó. Desde la Legislatura Jaldo tomó nota y temió que sus sueños de sucederlo se desvanecieran. Y con razón.

El choque frontal en las PASO era inevitable. "El sueño se hace a mano y sin permiso", dice una canción de Silvio Rodríguez. La historia y las propias decisiones de Manzur generaron en el peronismo tucumano un escenario de recambio generacional y eso se refleja en cada circuito lectoral, en cada municipio, en cada comuna rural. Inesperado, con anticipación, pero siempre oportuno y necesario. 

Del lado de Jaldo se aglutinó un sector del PJ que amenaza con que conserva poder de daño y territorialidad, hoy puestas en duda. Providas, pañuelos celestes, antiderechos y conservadores a ultranza han encontrado abrigo en la Legislatura. Desde la vereda de enfrente, Manzur es gestión pura y dura, con dirigentes que se han convertido en referentes provinciales como sinónimos de efectividad en la gestión, aire fresco y futuro para el ciudadano/a común; por ejemplo, el intendente de Tafí Viejo Javier Noguera, la ministra de Salud Rossana Chahla, el diputado nacional Pablo Yedlin y el joven de Bella Vista Alejandro Melo, de La Cámpora.

Las cartas se han jugado. En cada década el peronismo tucumano atravesó por transiciones, por recambios generacionales. Manzur tiene 52 años, alguien parece haberse olvidado de eso. Mientras calla y sonríe se prepara para convertirse en la bisagra del PJ local. ¿Será?

21 mayo 2021

Periodismo y mundo coronavirus, informar en situación de peste

"Hay que endurecerse pero sin perder jamás la ternura", dicen que dijo Ernesto Che Guevara alguna vez y la frase se transformó en remeras y flyers que recorren las redes sociales. Estas nueve palabras bien pueden aplicarse al oficio de periodista, por eso de dejar de naturalizarlo todo, de impostar neutralidad porque así nos enseñaron a ejercer lo que elegimos para nuestras vidas. Como si alguien pudiera inventarse una escafandra contra las tristezas, los enojos, malestares y las alegrías. Va, estas últimas sí son políticamente correctas de mostrar en público.

Por más que con porfía se pretenda mantener cierta distancia con los hechos sobre los que investigamos, leemos e informamos, algunas veces las emociones desbordarán por los ojos, las manos, la voz o por donde sea, porque el cuerpo y el espíritu avisan y tienen las más extrañas y sorpresivas formas de hacerse presente. 

Desde el 1 de febrero de este año estoy en LV12 de Tucumán, que transmite en AM y FM, y es la radio que más se escucha en la provincia y en la región. Todos los días me sorprenden los orígenes de algunos mensajes. El programa "La Mañana de la 12" va de lunes a viernes, de 9 a 13, prime time puro y duro. Al palo. Y a mí me toca el espacio de la información pura y dura, más la mayor parte de las entrevistas, además de intentar amenizar con algo de simpatía (ojalá lo haya logrado).

Hasta este 21 de mayo llevo 79 días en el aire, algo así como 316 horas e igual número de entrevistas. Arranqué un lunes cuando en Tucumán hubo 100 casos de covid 19 y dos fallecidos. Poco, dirán las estadísticas, pese a estar en medio de la peste más grande de los últimos años. Además de haber vivido casi de niño el horror de la última dictadura cívico militar, luego la Guerra de Malvinas, el retorno de la democracia a nuestro país, las consecuencias de las políticas de Alfonsín, Menem, Bussi electo en Tucumán, De la Rúa, Rodríguez Saá, Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández, también podré contarle a mis nietos y nietas que sobrevivimos a una peste (ojalá).

Desde ese primer programa el 80% de las entrevistas -cuatro por día, en promedio- fueron a médicos, especialistas, investigadores, científicos, políticos/as y referentes sociales internacionales, nacionales y locales por un tema excluyente: la pandemia. A este tiempo de aire le debo sumar las horas previas de lectura de artículos y noticias y la actualización en tiempo real durante gran parte del día sobre la situación del coronavirus en el mundo, en Tucumán y hasta en Tafí Viejo, mi ciudad, mi lugar en el mundo. Es decir, construí a mi alrededor una burbuja Covid 19.

Este 21 de mayo las cifras de contagios y muertes son espantosas.  En Argentina, 35.468 contagios y 695 muertos; mientras que en Tucumán hubo 17 muertes y 1109 nuevos contagios. Mal, muy mal, a horas del inicio del endurecimiento de medidas de restricción de movilidad porque como se demostró a nivel mundial, más allá de la vacunación y de los testeos, es crucial la inmovilidad social para ralentizar el avance de la pandemia para que no colapse el sistema de salud.

¿Y en el medio? En el medio nuestros muertos. Y digo "nuestros" porque a diferencia del año pasado, los nombres de fallecidos son cada vez más cercanos a nuestras historias personales y promedian los 50 años. Un familiar, un amigo, vecino o conocido de toda la vida, de esos que saludabas con simpatía porque te cruzabas en cumpleaños de 15, en boliches, en algún partido de fútbol entre barrios o de compartir el ómnibus, por eso de vivir en una misma ciudad. 

Con ellos y ellas, con los que se van, a mazazos limpios los recuerdos nos desbordan, rodean, aprietan con fuerza en el medio del pecho y después mutan en un vacío. Tengo mis propios nombres para llorar. Juan Carlos, Santiago, Claudia y Mariela, entre otros. En las estadísticas son un  número, un pedacito pequeñito de una rayita que sube y sube. Imposible que esos datos nos hablen de sus carcajadas, sus miradas, de sus voces, sus familias y de quienes los amaron.     

Hace unos días entré en un cuadro de angina, me medicaron e hice reposo. Quizás fue un modo, una señal que me indicaba bajar un cambio. Además me hisoparon para salir de la duda, por eso de descartar que se tratara de un cuadro de coronavirus. Entre los síntomas reales y esa burbuja Covid 19 en la que habito, las horas hasta saber el resultado del testeo fueron de una tensión inesperada. Fue "no detectable" y todo volvió a la "normalidad", como si vivir en situación de peste fuera normal. 

El cuerpo que habito, el espíritu que heredé y forjaron mis antiguos me obligan a pararme del lado de la humanización de las noticias, a mirar detrás del número y de la cifra para encontrarme con las historias. Porque periodista, siempre e inexplicablemente. Como dijo alguna vez el gran Gabriel García Márquez sobre el periodismo: "Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente".


Foto: Diario El País, de España

21 octubre 2020

Los residentes de Bolivia en Tucumán sumaron sus voces al abrumador triunfo del MAS de Evo Morales

 La colectividad votó en Lules, pese a las maniobras del gobierno golpista de Áñez y al paro de ómnibus. "Ha vuelto la esperanza".   

Domingo de 18 de octubre, Tucumán, con los primeros rayos del sol la temperatura ya era de 27 grados, ni una nube, preludio de un día que sería lo más parecido al infierno. Mientras en Argentina se celebraba el Día de la Madre un puñado de residentes de Bolivia escribiría en Lules un pedacito de la histórica elección que devolvería al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales Ayma a la presidencia, arrebatada por un sangriento golpe de Estado un año atrás.

Casi no hubo votación en Tucumán. Debido al silencio y la inacción, la presión de los y las residentes ante el Consulado de Bolivia, con sede en Salta, logró que el Tribunal Superior Electoral designara dos semanas antes a Lucía Burry como Representante Notaria. En lo operativo, los y las referentes de la colectividad tuvieron sólo siete días para armar el proceso electoral para un padrón de 433 votantes, sobre un aproximado de 8.000 residentes bolivianos en Tucumán.

Las dos únicas mesas se abrieron en Humberto Delgado 373, en Lules, en donde se concentra una buen parte de los votantes. No fue en una escuela sino en una casa de dos pisos de un horticultor. La planta baja destinada a garage y depósito de frutas y verduras se transformó en salón de votación. Típica costumbre boliviana, en el primer y segundos pisos están las habitaciones para la familia.

"Todo en orden, recibí mucha colaboración de los residentes, sin ellos no hubiera sido posible aquí la elección", reconoció Lucía Burry. A las 6.30 llegaron las urnas con la custodia de la Policía Federal y Seguridad Aeroportuaria, y a las 8 se abrió la puerta del salón, bajo la atenta mirada de Litzy Sequeiros, Jurado Electoral; Marío Alberto Mallea, Jefe de Recinto, y los delegados de mesa Sabino Achata Quispe, Esteban Vargas Choque y Juan Mallón Alberto


"Mañana por todo imploran / y la noria no demora / en invertir los destinos / en refrescar la memoria"  (Versos de 'Bolivia', tema de Jorge Drexler) 


A las 8 en punto ingresaron al salón los primeros votantes. Antes de hacerlo, tal cual lo establecía el protocolo por la pandemia, trabajadores del Sistema de Salud de la Provincia les tomaban la temperatura y rociaban las manos con alcohol. Se sentaban en sillas distribuidas con distancia y cada uno esperaba su turno. Todo en un respetuoso silencio, silencio paciente, silencio heredado de los antiguos, silencio, más no sumisión. 

"Era necesario votar, el golpe de Estado nos dejó sin voz, era injusto lo que había sucedido. Esta elección era una nueva oportunidad para declarar la independencia de Estados Unidos que otra vez se estaba metiendo en nuestro país. Casi todos estamos con el MAS", me contó entusiasmado Noé Aguilar Herrada, de 52 años, electricista, albañil y plomero, que llegó a Tucumán en los 90. Seis años más tarde retornó, se casó con Clara Marta y volvió a la provincia, en donde tuvo a sus hijos Abraham, Isac, Yaneth y Esmeralda.


"Evo, orgullo indio, nuevo / el capítulo más lindo, líder de fuego. / Ejemplo para las élites tan sordas / indígena que tira su modelo por la borda" (Versos de 'Orgullo Indio", tema de Daniel Devita)


Noé cuenta que en su juventud vivió en el Barrio Magisterio de Cochabamba, al lado de la casa que Evo Morales Ayma había comprado con mucho sacrificio para su madre y en donde él también vivía. En ese tiempo era un joven dirigente cocalero de la región del Chapare, que a veces se pasaba a la casa de Noé para hablar horas de política con su hermano David (que falleció hace poco) que también participaba de la lucha sindical. "Tengo un hermoso recuerdo de Evo, años después volvimos a vernos y nos abrazamos. Le devolvió la dignidad a nuestro pueblo que había sido maltratada por ex presidentes como (Gonzalo) Sánchez de Lozada, que apenas sabía hablar español", sostuvo, intuyo que con una sonrisa que ocultaba el barbijo pero que se reflejaba en sus ojos de raíz aymara.

Mientras hablaba, una joven seguía con atención cada una de sus palabras. "Lo escucho porque así aprendo, soy de una nueva generación de hijos e hijas de bolivianos que tenemos ganas de participar. Nada se consigue sin lucha ni organización, tengo muchas esperanzas en "Lucho" Arce (el presidente electo) porque es compañero del Evo", exclamó con entusiasmo a este cronista Fátima Peña, de 27 años. De camisa desprendida, en su teta derecha estaba prendido su hijo de dos años al que manejaba con un brazo, mientras con el otro se secaba la transpiración de la frente porque el calor ya apretaba.   

Al mediodía ya había votado el 50% del padrón. El salón no tenía ni ventiladores, a esa hora era un caldera cuando el termómetro marcaba 35 grados y dos horas más tarde llegaría a 41. No fue fácil que se alcanzara ese porcentaje de votantes porque la distribución de los bolivianos y  bolivianas que residen en Tucumán va de la mano de las tierras que arriendan para sus cultivos. El paro de ómnibus ya llevaba entonces dos semanas en la provincia y a muchos se les hizo imposible viajar para participar de la votación.

Para llegar a Lules, que se encuentra a 20 kilómetros de San Miguel de Tucumán, los que viven en Trancas recorrieron los 80 kilómetros en un colectivo alquilado por el municipio. Los de San Miguel de Tucumán y Las Talitas se concentraron en Bernabé Aráoz primera cuadra, en el Centro de Residentes Tawuantinsuyo, desde donde partieron en otro colectivo. Pero no pudieron llegar a votar los que viven en El Chañar y Los Valles Calchaquíes. En el caso de los que residen en Santa María, Catamarca, por cuestiones de protocolo no los dejaron ingresar a la provincia pese a que contaban con autorización.     

"Pese a que el Comité Operativo de Emergencia (COE) emitió una resolución de que haya libre circulación para los y las bolivianas por cuestiones de cumplimiento de derechos civiles, en el puesto de control de los Valles no dejaron pasar a compañeros y compañeras", sostuvo la dirigente Litzy Sequeiros, secretaria general del centro de residentes de Lules, en donde se concentra una buena parte de las familias bolivianas.


 "Y los caminos de ida / en caminos de regreso / se transforman, porque eso / una puerta giratoria / no más que eso, es la historia". (Versos de 'Bolivia', tema de Jorge Drexler) 


Lules. 41 grados. A las 17 se cerraron las dos urnas. Las autoridades de mesa y delegados partidarios le pusieron mucho celo al control, como si de ellos dependiera el resultado de la elección, como si en sus manos estuviera el destino de Bolivia. A esa hora era todo incertidumbre. Algunos buscaban en vano en las redes sociales alguna noticia sobre tendencias o boca de urna, aunque sea mínima. El Tribunal Electoral había suspendido el escrutinio provisorio ocho horas antes del incio de las votaciones y para muchos era presagio de una posible jugada de último momento de las autoridades golpistas para tumbar las elecciones.

Una característica del conteo de votos radica en que es público. Cualquiera puede presenciar la apertura de las urnas y el conteo de los votos. En Lules se hizo así. La primera urna se abrió a las 18 y fue abrumador el resultado a favor del MAS, que logró 93 votos, el resto no superó los 10. Tras completar la documentación, cerrar las actas, sellarlas en bolsas e introducir todo el material en la maleta electoral, se inició el conteo de la segunda mesa. La escena se repitió con 89 votos para Arce y seis para Mesa. Total en Tucumán para el MAS: 182. A las 21 las maletas electorales fueron retiradas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria que las enviaría al Consulado de Salta. Desde allí partirían hacia la sede del Tribunal Electoral, en La Paz.

El padrón lectoral es pequeño y debe mejorar con la incorporación de más residentes de Bolivia en Tucumán, ese el es objetivo de los dirigentes, pero lo significativo es que las elecciones se hicieron. "Fueron evidentes las maniobras del gobierno del Jeanine Áñez para que no se vote en el exterior. Hubo silencio, ninguna comunicación. Cuando vimos que se acercaba la fecha y no se nos informaba nada, tuvimos que reclamar por nuestro derecho a votar. En siete días tuvimos que organizar lo que lleva un mes y medio. Esta es la segunda vez que votamos porque ya lo hicimos el año pasado en donde Evo Morales logró el 95% de los votos con igual porcentaje de participación electoral. Estamos muy contentos de todos modos porque comienza una nueva etapa para Bolivia, una nueva esperanza", reflexionó Litzy Sequeiros, con ojos de entusiasmo. A esa hora las noticias ya hablaban del abrumador e histórico triunfo del MAS.


"Soy lo que me enseñó mi padre / el que no quiere a su patría, no quiere a su madre / soy América Latina / un pueblo sin piernas, pero que camina" (Versos de 'Latinoamérica', de Calle 13) 











17 septiembre 2020

Un plan para reducir la brecha digital pero el diario no hablaba de ti

 El Gobierno puso en marcha un ambicioso programa de inversión en tecnología que comprende un satélite, banda ancha y TV digital.   


Para el que intenta mantenerse al día de sobre lo que hablan los medios la experiencia podría asimilarse a subirse a una montaña rusa. La vorágine informativa muta hora tras hora en tres ejes que se disputan los titulares de los diarios, radios e informativos de tv abierta y de cable: pandemia, política y economía, y asoma otra vez el deporte con el retorno del fútbol en las ligas internacionales.

En medio de tanto ruido, en esa realidad publicada, hay un eje que pasó casi desapercibido porque carece de la potencia, de la espectacularidad que bien valdría lo que en el periodismo llamamos un "título catástrofe". Y es la presentación del Plan "Conectar" que comprende satélite, banda ancha y TV digital, con una inversión estatal de $38.000 millones.

La pandemia desnudó, le dio visibilidad, paradójicamente, a los millones de argentinos y argentinas que están desconectados, que quedaron del otro lado de quienes pueden conectarse a diario a internet para estudiar, trabajar o simplemente para pasar ratos de ocio. Y es la brecha digital.

En números, el 19,5% de los alumnos de las escuelas primarias argentinas no tiene acceso a internet en el hogar y esto limita sus oportunidades, según un informe del Observatorio Argentinos por la Educación. En el nivel secundario, el 15,9% de los alumnos no tiene acceso a internet desde su casa, según el mismo reporte.

En algunas provincias la situación de desigualdad es muy marcada. En base a las pruebas Aprender 2018, hay "siete provincias donde un tercio de los estudiantes de primaria no tiene acceso a internet en su hogar" y son: Santiago del Estero (40,7%), Formosa (37,7%), San Juan (36,1%), Catamarca (35,0%), Misiones (35,0%), Chaco (33,5%) y Corrientes (33,3%).

Esta situación se repite en el ámbito de los estudios superiores, en los universitarios. Un relevamiento realizado por el Centro Atenea y la Federación de Docentes Universitarios (FEDUN) mostró las dificultades en el acceso a la educación a distancia que sufren los estudiantes más alejados de los centros urbanos, en especial en el Nordeste del país. Y a la falta de conectividad de banda ancha se suma la ausencia de computadoras en los hogares.   

El estudio muestra un mapa del impacto que la virtualización forzosa produjo en los casi dos millones de estudiantes y los 141.000 docentes de la educación superior universitaria. Para ello, se tomaron datos de seis universidades nacionales: de Tucumán, del Nordeste, Cuyo, Comahue, La Matanza y la UBA.

Entre sus resultados señaló que en el Nordeste argentino las conexiones de banda ancha por cada 100 hogares se ubica en torno a 35, es decir, 20 menos que en el promedio nacional y apenas un tercio de la cantidad de conexiones fijas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, la mayoría de los estudiantes de esa región suelen usar teléfonos celulares en vez de computadoras.

También es estudio concluyó que los y las estudiantes de las universidades situadas en el norte argentino navegan a una velocidad menor. El promedio de velocidad de provincias como Formosa (15) es duplicado por la velocidad de Buenos Aires (30) y casi triplicado por la Ciudad de Buenos Aires (44).

Por eso, el trabajo concluye que “la brecha tecnológica castiga doblemente a los y las estudiantes provenientes de hogares pobres, quienes ya debían superar obstáculos para acceder a la educación superior y que, en circunstancias de aislamiento, cuentan con menos herramientas para permanecer y tener un buen desempeño en las universidades”.

Una hoja de ruta   

Estos datos, de estudiantes de primaria, secundaria y universitaria ofrecen una pista por donde debería comenzar a cerrarse esa brecha desde las políticas estatales. Por fuera de estas cifras y porcentajes hay un universo invisible de argentinos y argentinas que no están contenidos por el sistema educativo.

Así, el lanzamiento del Plan Conectar que lanzó el Gobierno Nacional este miércoles 16 de septiembre, que ya desapareció de la agenda mediática, adquiere una particular importancia. 

Este Plan Nacional de Conectividad "Conectar" contará con una inversión de $37.900 millones hasta 2023, para buscar universalizar el acceso a conexiones de banda ancha de última generación y prevé la reactivación del Plan Satelital Argentino.

Se actualizará y extenderá hasta los 38.808 kilómetros la Red Federal de Fibra Óptica, se renovarán los equipos de las 100 estaciones de la Televisión Digital Abierta (TDA) y se pondrá en valor el Centro Nacional de Datos de ARSAT.

Los ejes del plan para potenciar la universalización del acceso a los servicios TIC:

- Sistema Satelital Argentino: $ 19.950 millones

- Red Federal de Fibra Óptica: $ 13.200 millones

- Data Center de ARSAT: $ 4.300 millones

- Televisión Digital Abierta: $450 millones

Objetivos:

Sistema Satelital Argentino. Reimpulso de la industria satelital nacional con el desarrollo, construcción y lanzamiento del RSAT-SG1 (será el primero de la segunda generación de satélites de Arsat). Conectividad satelital de alta calidad para 200 mil hogares rurales.

Por ARSAT-SG1 se brindará conectividad satelital de alta calidad a más de 200.000 hogares rurales de Argentina. Además, unos 10 millones de hogares del país podrán acceder a un servicio de calidad de la TDA.

Red Federal de Fibra Óptica. Construcción e iluminación de 4.408 km de fibra óptica, llegando a un total: 38.808 km en 2023. Actualización de equipos para multiplicar por 10 la capacidad de banda ancha y conectar a 22 millones de personas a las Redes Federales de Fibra Óptica hacia 2023.

Televisión Digital Abierta. Recuperación de las 100 estaciones de transmisión de televisión digital y renovación de equipos de la plataforma, con mejora de la calidad de imagen. Alcance: 10 millones de hogares.

Centro Nacional de Datos. Actualización de equipos de almacenamiento, servidores, redes, backup y software. Ampliación de servicios cloud. Implementación de políticas de contingencia.

Con estas inversiones es posible que hacia 2023/25 la brecha digital se achique y deje de ser uno de los indicadores con los que se miden las asimetrías de un país tan vasto como el nuestro. Así se pondría fin al aislamiento por el que atraviesan, no por elección, muchos argentinos y argentinas que viven en la ruralidad o han sido arrojados por el sistema a la más extrema pobreza.

22 agosto 2020

El Estado recupera su rol clave en las comunicaciones con la suspensión de las subas de tarifas de celulares, internet y TV paga

A través de un DNU vuelve a regular en un ámbito del que se había retirado durante el macrismo. Se viene una prestación básica universal de los servicios de comunicaciones.

                                          (*)

Escribo a horas de que el Presidente Alberto Fernández diera a conocer a través de sus cuentas en las redes sociales que firmó un decreto que declaró a la telefonía celular y fija, a los servicios de internet y a la TV paga como un servicio público y esencial. Al mismo tiempo se activó la vocería de quienes pretenden confundir a las audiencias con que este es un escalón más hacia la
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